La cirugía robótica cada vez está más presente en las intervenciones del prolapso uterino. Se estima que aproximadamente un 50% de las mujeres que han tenido hijos pierden fuerza del suelo pélvico.
El prolapso uterino se produce cuando hay un debilitamiento de los músculos y ligamentos que sostienen el útero en la pelvis. Se produce un descenso o desplazamiento del útero, pudiendo llegar a salirse parcialmente a través la vagina.
Las causas se deben principalmente al embarazo y al parto vaginal, ya que el útero es el órgano donde se desarrolla el feto. La gran presión que se ejerce con el crecimiento del bebe, condiciona una distensión y posterior debilidad de la toda la musculatura pélvica. También existen otros factores como la menopausia, momento en el que el desajuste hormonal hace que se debilite el suelo pélvico y pierda elasticidad. Otras causas de riesgo también pueden ser la obesidad, el estreñimiento crónico o la predisposición genética.
En cualquiera de las causas, el prolapso uterino es una patología que produce molestias y que puede condicionar las actividades cotidianas de muchas mujeres. El principal síntoma es la presión en la zona genital y aparición de un bulto, un signo de alarma, ya que podemos pensar que se trata de algún tipo de tumor, pero por el contrario, en la mayoría de las ocasiones se trata sólo de algún tipo de prolapso.
Otros síntomas de esta enfermedad son molestias durante las relaciones sexuales, problemas de incontinencia urinaria, lumbago, repetidas infecciones de vejiga, sangrado vaginal o aumento del flujo vaginal.
Ante cualquier señal y duda, una exploración ginecológica valorará el grado del prolapso y determinará el tratamiento a seguir. Generalmente los grados de los prolapsos son leves y por tanto, los tratamientos de fisioterapia y correcciones posturales, unidas a los cambios de alimentación y control de la obesidad, consiguen mejorar el estado de las pacientes. Sin embargo, para los casos más avanzados será necesaria la cirugía para reparar el prolapso. La intervención quirúrgica que corrige esta situación se denomina Colposacropexia. Consiste en fijar el órgano caído con una malla sintética corrigiendo los problemas derivados del prolapso.
Actualmente, la cirugía robótica, con el sistema Da Vinci, presenta importantes ventajas para las pacientes, siendo actualmente la técnica de elección en la mayoría de los grandes hospitales:
Al tratarse de una cirugía ginecológica, el resultado estético es una de las grandes inquietudes de muchas mujeres que se someten a este tipo de intervenciones. En este sentido, la delicadeza y precisión con la que actúa el sistema Da Vinci, son algunas de sus grandes ventajas, ya que permite realizar la intervención a través de mínimas incisiones, consiguiendo que el órgano quede restaurado correctamente y preservando además todas sus funciones.
Gracias a las grandes ventajas para las pacientes, la cirugía robótica está ganando terreno a la cirugía laparoscopica a pasos agigantados. Sin embargo, en ningún caso substituye el conocimiento, la habilidad, ni la preparación del cirujano. El robot es un gran instrumento para el cirujano, pero que nunca toma decisiones por su cuenta.
El especialista que lidera este tipo de intervenciones en Centres Mèdics Alomar es el Dr. Marc Barahona, cirujano de referencia en ginecología y especialista en cirugía ginecológica mínimamente invasiva. Actualmente, el grupo Alomar es referencia en cirugía robótica de diferentes especialidades. La experiencia de su cuadro médico, sumando con la tecnología de vanguardia, hacen que sea el centro de mayor prestigio en Cataluña y que abarca: procesos de detección, diagnóstico y tratamiento para las diferentes patologías.