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* El precio de la visita de valoración será descontado del precio final de cirugía.
Una cistoscopia flexible se trata de una prueba en la que un urólogo introduce un dispositivo llamado cistoscopio por la uretra (punta del pene en el hombre o meato urinario en la mujer) y evalúa lo que llamamos toda la vía urinaria baja. Esto incluye desde toda la uretra, próstata (hombre), cuello de vejiga, interior de toda la vejiga y meatos urinarios.
El urólogo, normalmente visualiza toda la zona explorada en una pantalla como en la Figura 4. Se suele valorar la vejiga urinaria en los diferentes niveles de llenado. Sólo después de una distensión completa de la vejiga se pueden visualizar patologías características propias de este órgano.

Los urólogos realizan la cistoscopia flexible de forma rutinaria, incluso en la consulta, especialmente para la valoración de la hematuria (sangre en la orina) y el seguimiento de los tumores vesicales. No necesita de ninguna preparación especial, sólo es recomendable que el paciente orine antes de la prueba, es decir, debe hacerse con la vejiga vacía y que se tome antes o después de la prueba una profilaxis antibiótica para prevenir las infecciones tras la prueba. Esta posibilidad de hacerla con el paciente despierto y con una pantalla en directo hace que el propio paciente pueda observar la anatomía normal o anormal y así entender mejor su patología.
¿Cómo es un cistoscopio?
Un cistoscopio es un aparato de visualización endoscópica que del tracto urinario inferior que requiere irrigación, iluminación (fibra óptica) y un sistema óptico.

Los modernos cistoscopios flexibles que se empezaron a usar de forma sistemática en consulta hace más de 10 años, llegaron para quedarse, ya que su facilidad de uso y buena tolerancia con mínimas molestias sobre el paciente durante la prueba hacen que hoy día no exista discusión sobre su uso mayoritario y de elección respecto a los antiguos cistoscopios rígidos.

¿En qué casos es necesario pedir una cistoscopia?
Cualquier urólogo o médico general debería de plantearse pedir una cistoscopia en los siguientes casos:
- Pacientes con microhematuria (sangre microscópica en el análisis de orina), no visualizable en la orina del paciente a simple vista.
- Hematuria macroscópica: sangre en la orina que se ve durante la mición.
- Evaluación de posibles estenosis de la uretra.
- Evaluación de posibles fístulas urinarias.
- Síndromes irritativos persistentes.
- Sospecha de cuerpo extraño en vejiga (piedra, etc).
- Como técnica más importante en el seguimiento de un paciente diagnosticado y tratado de cáncer vesical.
- Para la retirada de catéteres tipo doble J en pacientes que han sido operados previamente.